Hoy, 17 de enero de 2020 se publica uno de los discos más esperados en el mundo de Hip hop, "Circles", el álbum póstumo de Mac Miller.
Casi un año y medio tras su muerte Miller sigue siendo uno de los artistas más relevantes de su generación, y hoy se reafirma con el lanzamiento de su último disco, en el que estaba trabajando antes de su muerte.
Este se encontraba en pleno proceso de grabación cuando el rapero murió inesperadamente en septiembre de 2018. Malcom estaba trabajando en este disco, destinado a ser la pareja del anterior "Swimming".
Este nuevo trabajo completa el significado del primero, ya que se complementan entre ellos dando significado al concepto "swimming in circles". John Brion ha sido el encargado de terminar el proyecto de Mac Miller.
De hecho, John Brion, el productor del álbum, estaba iniciando el proceso de mejora de voces para poder dejar listo el disco e iniciar con su plan de lanzamiento y difusión.
Unos meses después de la muerte del cantante, la familia anunció que "Circles" vería la luz, gracias al gran avance de grabación y producción con el que se encontraba.
El álbum es una autentica maravilla. La producción es exquisita, Brion ha hecho un trabajo espectacular, retoma su historia anterior de una manera obvia, y Miller continúa generando su agitación interna con una débil capa de optimismo.
Las letras de Miller poseen una claridad que ocasionalmente produce momentos de simplicidad desgarradora, pero con frecuencia se marchitan en trivialidad y banalidad. Sin embargo, cuando sus palabras le fallan, su voz puede comunicar el dolor de manera más efectiva.
Este álbum que a pesar de ser nominalmente un álbum de rap, tiene momentos en los que encontramos poca relación tangible con el hip-hop tradicional.
Los maravillosos instrumentos que dominaron en su trabajo anterior vuelven a surgir aquí, en canciones como Complicated. El ensueño R&B nace en I Can See, pero encontramos que otras canciones se alejan más del género. Sin embargo todas se encuentran entre una serie de baladas de piano desvencijadas y sentimentales que poseen una calidad beatlesca, así como con sonido cantautor de soft-rock de los años 70. Esta extraña combinación que podría haber terminado resultando complicada para el oído, incluso evocarnos a una torturada mezcla, termina siendo natural e incluso bastante seductora.
Circles confirma que Mac Miller estaba haciendo un trabajo que valía la pena desempeñando ese papel en el desenfoque del s. XXI de los limites del rap, el rock, el pop, etc. Dandole mucha más riqueza a cada forma.
Personalmente, si tuviera que quedarme con una canción de las 12 que contiene el álbum, diría Everybody o I Can See.
Hoy llega a todas las plataformas de streaming, Circles el último trabajo del rapero. Ya puedes escucharlo y disfrutar de la despedida de uno de los raperos más influyentes de la década.
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